«A la cima no se llega superando a los demás, sino superándote a ti mismo» (de la película Rocky Balboa)
Si tus horarios no son compatibles con la clase que te interesa, o tienes en mente un trabajo más personalizado, los entrenamientos personales y las particulares son tu mejor opción. Realizaremos una primera entrevista en la que marcaremos los objetivos que quieres alcanzar y estableceré un programa totalmente adaptado, teniendo en cuenta tu condición física, gustos y necesidades. La duración, frecuencia y horarios de las sesiones serán pactadas entre ambas partes, acorde a la meta que queramos alcanzar y la disponibilidad.
No dudes en preguntarme:
Conocía a Sylvia en clases de Tribal, su carisma y sus ganas de enseñar le hacen una profesora excepcional. Le propuse hacer un espectáculo y una coreografía para el día de mi boda y el resultado fue espectacular, ¡todos los invitados se quedaron asombrados! ¡Muchas gracias por todo!
Conozco a Sylvia a través de sus clases online de Poi Dance y Abanicos de Fuego. Sólo hay que ver su calidad, elegancia y delicadeza en todo lo que hace, eso fue lo qué me llevo a ponerme en sus manos. Descubrirla y disfrutarla cómo profesora ha sido todo un regalo. Sus clases son realmente completas e inspiradoras, te enseña con pasión, cuidando cada detalle y motivando a qué encuentres tú propio estilo, con herramientas para fomentar tu creatividad. Un lujazo al alcance de tod@s.
Necesitaba encontrar una persona que me volviera a reconectar con el Pilates Mat y en Silvia lo he encontrado. Había perdido fuerza en las piernas, tenía dolores en la espalda y cada vez estaba menos flexible. Me siento segura trabajando esta técnica con ella. No es fácil que alguien te haga un estudio de tus necesidades y tus limitaciones y piense en cada clase que ejercicios te pueden ir mejor. He mejorado de manera increíble, sobre todo han desaparecido mis dolores de espalda, cada día me siento más fuerte y más flexible. La hora de clase se me pasa volando, pero me llevo mucha información sobre mi cuerpo y hay que seguir.
